Con el puntapié inicial –literalmente hablando– de la Presidenta de
la Nación para el partido inaugural del nuevo estadio de Deportivo
Morón, hace poco más de una semana, quedó formalmente lanzado y en
marcha el proceso de renovación bautizado Parque Central de Morón. La
historia comenzó hace siete años, cuando el estudio de arquitectura VSV
(actual Vila Sebastián) ganó el concurso promovido por el Municipio de
Morón para desarrollar un proyecto urbano y de usos mixtos que se
propone revitalizar el centro de esa localidad, una de las más populosas
del Conurbano bonaerense.
El terreno previsto para el
desarrollo, que incluye un basamento comercial, viviendas y oficinas y
un gran parque público, eran las 2 hectáreas que ocupaba la cancha del
“Gallo”. El sitio ideal adonde trasladarla, el predio de 4 hectáreas de
la ex Textil Castelar, cuyo propietario era el supermercadista Alfredo
Coto, a quien se tentó para formar parte del nuevo desarrollo. La
negociación con Coto llegó a buen puerto con el canje de su terreno por
una parcela de 5.000 m2 en el centro comercial, con una
constructibilidad de 20.000 m2, que será destinada a un hipermercado.
La
otra gran dificultad consistía en convencer a las autoridades del
Deportivo Morón de mudarse a una nueva locación, considerando que la
institución contaba con un estadio de hormigón nada desdeñable para un
club del ascenso, y con una ubicación envidiable vecina a la estación
del ferrocarril Sarmiento. Como es obvio, la dirigencia del club no
podía tomar esa temeraria decisión sin consultar a los socios en
asambleas, cosa que hizo, y su respuesta finalmente fue afirmativa, pero
con la condición de dejar su cancha sólo contra la entrega de la nueva.
La segunda dificultad, igual de complicada, radicaba
en encontrar un inversor en condiciones de construir y entregar el
estadio al club antes de obtener la disponibilidad del terreno a
desarrollar. Fue la búsqueda más difícil, con varios candidatos en danza
y varios consultores elaborando ingenierías financieras. Hasta que en
2011 se conformó especialmente para este proyecto el Grupo Desarrollador
Morón (GDM), una sociedad anónima integrada por la constructora Bautec,
especializadas en obras industriales, logísticas y supermercados; Oscar
Aventín, ex automovilista y titular de la Asociación de Corredores de
Turismo Carretera (ACTC) y el empresario Armando Menghini, de la
transportadora Cruz del Sur.
Todos ellos, por
separado, ya habían participado de algún desarrollo inmobiliario en la
zona y los mismos arquitectos se ocuparon de sumarlos a su proyecto.
Este
grupo quedó a cargo de todo el desarrollo y el negocio inmobiliario, y
aportó la inversión necesaria para construir sobre el predio de la
textil el nuevo equipamiento para el club, que constará de tres etapas.
La primera, recién concluida, es el nuevo estadio de fútbol para 22.000
espectadores; la segunda, que se construirá en los próximos 18 meses,
incluye la nueva sede social y una pileta cubierta y climatizada; y la
tercera, para el siguiente año y medio, un microestadio cubierto para
3.500 espectadores y un playón multipropósito.
La
totalidad de las obras para el club demandarán entre 15 y 20 millones de
dólares, y según explican Vila y Sebastián, este monto equivale a lo
que normalmente hubiese costado la compra del terreno. La cuenta es
sencilla: el complejo tendrá una superficie 80.000 m2 con una incidencia
de entre 250 y 300 US$/m2, lo cual arroja un precio de entre 20 y 25
mil dólares. Negocio redondo si se lo pondera en números, pero con el
riesgo implícito que supone la exigencia de tener que entregar una obra
para poder disponer del terreno. Superado ese paso, debería poder
iniciarse durante la segunda mitad del año el desarrollo del nuevo
Morón.
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